viernes, 24 de agosto de 2012

Al rescate por Montserrat.

Centro Asturiano.
Sobre la Avenida Belgrano (en el barrio de Montserrat) y en algunas de sus transversales, se encuentran algunos de los edificios más bellos de aquella Buenos Aires que todavía resiste. Con la cámara en mis paseos trato de rescatar esos edificios que embellecen la ciudad, y que lo harán mientras los porteños sean capaces de conservarlos.
El edificio del Centro Asturiano de Buenos Aires (en la calle Solís, casi esquina Venezuela) es uno de ellos.  Su fachada, ecléctica como la gran mayoría de las de la Buenos Aires de otras épocas, tiene reminiscencias platerescas (con esos relieves decorativos que no modifican la superficie), elementos simbólicos (cristianos y regionales) y formas alegóricas (como la ostra, de la tradición iconográfica cristiana relacionada con la Virgen María, pero también vinculada al santo regional, Santiago de Compostela). Tal como manda el más estricto eclecticismo, aunque parezca contradictorio, las formas de diferentes influencias se combinan de manera armoniosa para dar como resultado un conjunto bello.










































Sobre la puerta, la cruz de Asturias, de iconografía visigótica y con las letras Alfa y Omega, tal como se estilaba en la etapa. 
Otras fachadas de edificios de otras épocas también se conservan aún en Av. Belgrano o en algunas calles que la atraviesan, como ocurre en la misma calle Solís.
Y a lo largo de la misma Avenida Belgrano encontramos estos otros bellos edificios:
Relieve decorativo en la base del balcón del 1º piso.














Puerta.

















Influencia de la Francia decimonónica en este edificio de grandes proporciones.

 
Influencia renacentista en la fachada de esta clínica.

Esta torre aguarda a una princesa (Pozos y Venezuela).

Cuando paseen por Montserrat, deténganse en aquello que las marquesinas tapan, y seguramente les va a producir más placer a la vista que la caótica mezcla que muestran los frentes a la altura del caminante.
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domingo, 12 de agosto de 2012

Tesoros en San Telmo.

Nuestra ecléctica Buenos Aires tiene muchos barrios de la más variada idiosincrasia, cientos de edificios de diferentes estilos llenos de belleza, pero además, tiene a San Telmo: el barrio que los domingos se convierte en una Babel de idiomas, actividades y colores. Y donde más se aprecia esa heterogeneidad es en los cientos de locales que venden objetos de todo tipo, por lo general, de épocas pasadas, pero cuyo valor no radica sólo en la antigüedad sino en su belleza y/o en la nostalgia que despiertan.

Por las angostas calles del barrio, además de numerosos paseantes curiosos que deambulan por los cientos de puestos de venta, pueden encontrarse músicos, poetas, bailarines, de los cuales los más típicos de la Buenos Aires que habitaba el barrio en sus mejores tiempos, están los de tango, el baile que mejor representa la idiosincrasia del porteño de otros tiempos.
De esa Babel de bellezas antiguas hoy recogimos algunas imágenes, y ya que no podemos adquirirlas todas por su elevado precio (detalle que no amedrenta a muchos de sus visitantes extranjeros), las exhibimos aquí para solaz de nuestros invitados al blog.






Éste es uno de los muchos locales que se encuentran en San Telmo, y en el que, como en casi todos, una mezcla heterogénea de objetos de distintos estilos, antigüedad y valor se mezclan para deleite de los que se acercan a preguntar o simplemente a curiosear. Uno puede fantasear sobre los antiguos dueños de estos objetos, imaginar historias que se mezclan con las propias, y seguramente la nostalgia cuando no cierta melancolía podrán invadirnos. 




¿Quiénes habrán jugado con estos muñecos?
















 

¿Qué estantes, mesas, bibliotecas, habrán adornado estos cristales y adornos?


















             ¿Qué salas o salones habrán adornado estas arañas?


















¿Quiénes habrán contemplado estas bellas estatuillas?

























































Y por último, ¿en qué lugar habrá estado este bronce de Eva Perón?


Esperamos que esta pequeña muestra sea un estímulo que despierte las ganas de acercarse hasta San Telmo, caminar sus calles y disfrutar de tantas bellezas.
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domingo, 5 de agosto de 2012

La cervecería Munich:

En nuestra ecléctica Buenos Aires de los años 20, que un edificio de tal belleza fuera destinado a una cervecería no era algo que pudiera sorprender. Y tampoco que dicha cervecería estuviera ubicada en la Costanera Sur, frente al río y el balneario, frecuentado entonces por paseantes y bañistas, y que por las noches fuera el centro de una bulliciosa vida social. Artistas, poetas, actores, cantantes, escritores, empresarios, gente de la política, intelectuales,deportistas se daban cita en la Munich: Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Oliverio Girondo y su mujer, la poetisa Norah Lange y Antoine de Saint-Exuper,  Leopoldo Lugones, Alfredo Palacios, Alfonsina Storni, Belisario Roldán, Juan Manuel Fangio, fueron algunos de sus hoy ilustres habitués. Incluso se cuenta que el mismo Carlos Gardel alguna vez cantó allí, y artistas como Mariano Mores, El Chúcaro y José Marrone también estuvieron presentes con su arte. Fue construida por el arquitecto húngaro Andrés Kálnay e inaugurada en diciembre de 1927.       
De estilo totalmente ecléctico, se aprecian en el edificio influencias del Art Decó, pero también una gran libertad en la combinación de elementos. 
Por detrás de La Munich, los rascacielos de Puerto Madero: agua y aceite. 
                        
En los años 60´ comienza la decadencia. En 1964 una ley del Congreso le otorga al Club Boca Juniors las tierras del relleno del río. Hacia los años 70´ la cervecería cierra, y a partir de allí cae en el abandono e incluso sirve de albergue a indigentes. El 29 de junio de 1979 es cedida por la Municipalidad a la compañía ENTEL, y comienza a funcionar allí el Museo de las Telecomunicaciones a partir de la reinauguración en 1980. Cuando ENTEL es privatizada en los 90´, el edifico queda en manos de la compañía Telecom. Hasta que finalmente en el año 2002 pasa definitivamente a manos de la Ciudad de Buenos Aires, transformándose en sede de la Dirección General de Museos. En el año 2012 se convierte en el Museo del Humor.
Imágenes de época, exterior e interior.


Información sobre el Museo del Humor AQUÍ














Y para terminar, un video que nos cuenta sobre la historia de la cervecería.
Cuando paseen por la Costanera Sur o por el barrio de Puerto Madero, no dejen de visitarla.
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