viernes, 7 de enero de 2011

La librería que fue teatro.

El antiguo teatro Grand Splendid, transformado en librería.
Como pasa tantas veces con las obras (artísticas-arquitectónicas) recuperadas y/o restauradas, es muy difícil decidirse por la crítica o por el elogio. En medio del avance destructivo del aprovechamiento mercantil, poco respetuoso del pasado o del respeto por la belleza, la conservación de obras artísticas es de por sí digno de encomio. Ver cómo algunos edificios de otras épocas llenos de belleza caen bajo la picota para dar a lugar a descoloridas torres o desangelados estacionamientos, genera nostalgia. Sin embargo, cuando estas tareas de rescate se concretan, es harto difícil conformar a todos en relación con los resultados.
Cuando entro a la librería El Ateneo ubicada en el antiguo teatro Grand Splendid, sobre la Av. Santa Fe al 1800 me siento tironeada: por un lado, no puedo menos que apreciar el estado recuperado de su arquitectura, tanto externa como interna, sus pinturas, sus molduras y revestimientos, las luces. Sin embargo, me resulta una irresoluble paradoja sentarme a tomar un café en lo que fuera utilizado como escenario, o ver las antiguas plateas cubiertas ahora de anaqueles y estantes llenos de libros. Me resulta muy difícil reconciliar la belleza de una obra que ha sido divorciada de su antigua función. Y entonces opto por disociarme: si voy a elegir libros y recorrer sus estantes, me olvido de la belleza que me rodea. Y si la contemplo con ojos apreciativos, sólo veo esa belleza. Pero no es fácil. Para algunos es una maravillosa librería. Para mí es un hermoso teatro que dejó de serlo.
Tal como dice en esta página,

El teatro fue construido en el año 1919 por Max Glucksman, tenía cuatro hileras de palcos y una platea con capacidad para 500 personas y una cúpula con una representación a la paz pintada por Nazareno Orlandi, como manera de celebrar el fin de la primera guerra mundial. En este teatro actuaron grandes personajes del tango como Carlos Gardel y Roberto Firpo, el cual le dedicó el tango Grand Splendid en 1927.



Imágenes de la fachada del antiguo Teatro Grand Splendid.
Detalle de los atlantes en la fachada.

Detalle del foyer.
Detalle de los antiguos palcos.

 Detalle de los palcos y de columnas.
La antigua boletería, ahora es la caja.

Cúpula del foyer.
Detalle de la cúpula principal.



Si andan por el barrio, ya sea en busca de libros como en busca de una bella obra recuperada, no dejen de visitar El Ateneo Grand Splendid. Vale la pena.
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2 comentarios:

  1. Cada vez que puedo me acerco no solo a buscar
    algún libro olvidado por los lectores de best
    seller o escritores de moda, para adentrarme
    en su hermosa arquitetura vale la pena admirar
    sus detalles, es un tesoro que esperemos sepan
    conservar.

    Un abrazo

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  2. Es cierto, Roberto: ir al Ateneo-Grand Splendid es un hermoso paseo con doble premio: muchos y buenos libros y un hermoso lugar.
    Gracias por tu comentario y un abrazo.

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